#ElPerúQueQueremos

Otoño en Lima

Publicado: 2012-04-16

Hacer de las plantitas y las flores un tema del blog otra vez,  buena idea no era. Están de moda desde toda la vida. Admirarlas, alimenta. Me gustan las plantas medicinales y sabias.

Flores en carteras, en manteles, estampadas en polos y vestidos. Larga lista. Siempre más lindas cuando colgadas entre árboles.

Aparece un largo recuerdo, En las alturas de Ayacucho, post guerra, no hablo quechua. Dos chicas, piden a la traductora que les tome una foto. Ellas al parecer no quieren hablar conmigo. Corren a cambiar sus vestidos y posan muy formalmente. De sus sombreros brotan flores multicolores que ellas coquetamente despliegan. Riendo preguntan, de que país viene esta gringa?

He conservado estas fotos por años, Una copia fue para las chicas via la contraparte. yo no tenía idea de que haría con ellas. Hace unos días, luego de leer un blog vecino, me he sentido frívola de regalo. Y esa palabra tristeza me ha rondado un rato. Para luego picarme otro tanto, como cuando de niña  jugaba ligas y perdía ante una amiga.

Percibo un leve indicio de gripe conmigo. Ese aceite de coco que ilumina tu pelo, bébelo en el jugo, me ha recomendado L con temible seriedad de Dr. Mediático. Estamos en  domingo  y Lima  se presenta tranquila y provocativa. Voy de compras al mercado, busco a mis caseros de flores y frutas. A par de cuadras de casa,  sale al encuentro un árbol rosa de ramas desvestidas. A unos pasos más otro, Se va resolviendo esta página. Y tengo que preguntar, cómo así de simple fuera todo en la vida?

Hoy justo hoy , que ya no es domingo, voy de visita a un antiguo edificio  reconvertido en oficina pública De salida, me encuentro un enorme salón, que muestra en su cielo, una enorme flor, hermosa flor en vitral. Suspendida entre polvo, smog e indiferencia. Aún con todo, es tan brillante esta flor.

No me dejan en paz las flores, casi  hasta podría empezar a renegar amablemente...

En la otra mano, cada tarde de tiempos recientes mi mejor excusa para salir a respirar aire no acondicionado, es un café. En el camino de esta semana, me encontré con el otoño en las narices. Me alegré tanto al reconocerlo. Por las energéticas veredas del centro de Lima, el aire sopla relajo, me gusta tanto caminar estas calles,  creo que ya lo dije antes, como quien no va a ningún lado y a todos a la vez,  como quien no tiene nada que ver con el vecino, pero le conoce todas las infidelidades. Voy siempre absorbiendo, ahora más tranquila.  Por favor no compares este otoño ultraligero,  acaso vaya a retroceder más sus pasos.

Encuentro muchos no me gustas últimamente, sin embargo, aquí hoy somos positivas.

Enfócate y  cambia esa carita aguada. Es R, querida cómplice en estos amores centrales. Ella muy soberbia capea los berrinches laborales de este corazón,  me rindo en risa y admiración ante su destreza. Le doy todas las gracias y la invito, a caminar por el centro ahora que el sol hiere menos.

Personas particulares. En  prensa les dicen personajes. El señor de los abanicos, no necesita venderme porque le compro. Las galletas las ofrece un joven a plena esquina. Con sólo verlo detengo mi paso. Mantecosas y deliciosas, ni se te ocurra comerlas a diario, otra vez L. Esta tarde, tenemos licencia y sabor a disfrute semi invernal.

Al retirarme del edificio, pregunto si acaso la limpieza del vitral. Será posible?


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